Última actualización el 24 octubre, 2019
La palabra ansiedad proviene del latín y significa “angustia o aflicción” y como ya hemos estudiado anteriormente, es un conjunto de respuestas tanto emocionales como físicas que sirven como respuesta a un estímulo. Si la ansiedad se vuelve patológica ya estamos hablando de un trastorno. Hoy veremos los síntomas del trastorno de ansiedad.
La ansiedad y preocupación se asocian a 3 o más de los siguientes síntomas:
- Nerviosismo, inquietud o impaciencia
- Fatigabilidad (cansancio) fácil
- Dificultad para concentrarse o poner la mente en blanco
- Irritabilidad
- Tensión muscular, temblor, cefalea (dolor de cabeza), movimiento de las piernas e incapacidad para relajarse
- Alteraciones del sueño: dificultad para conciliar, mantener el sueño o sensación al despertarse de no haber descansado bien (sueño no reparador)
- Sudoración, palpitaciones o taquicardia, problemas gastrointestinales, sequedad de boca, mareos, hiperventilación (aumento del número de respiraciones por minuto)
La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos provocan un malestar significativo o deterioro en las relaciones familiares, sociales, laborales o de otras áreas importantes de la actividad de la persona.
Los síntomas de ansiedad pueden diferir en grados y persistencia según el paciente y su entorno. Ante la presencia de alguno de estos factores de forma regular, o sostenidos en el tiempo por más de 6 meses, no dude en consultar con un especialista.